Reseña de Película: MOANA

Hola lectores!!
Espero que esten teniendo un gran fin de semana.

Creo que nunca les conté que soy lo que se denomina una "Chica Disney".
Que se definiría como persona que ha crecido con películas, personajes e historias de Disney, y que hasta el día de hoy sigue disfrutando de estas obras.
Así que haciendo honor a mi "titulo" fui al cine con una amiga, a ver uno de los últimos estrenos...

La historia comienza con una leyenda...
La diosa tierra TE FITI  surgida del mar, creó las islas del Océano Pacífico, a la humanidad, la flora y la fauna. Después de realizada su labor, ella se durmió creando una nueva isla, donde guardó su corazón.
Este, era un artefacto poderoso, que daba vida a todo, por lo que muchas criaturas  quería poseerlo.
El semi-dios Maui, que cambiaba de forma con su anzuelo mágico, robó el corazón de Te Fiti,  para entregárselo a los mortales.
Esto desencadenó una gran oscuridad y que otros monstruos quisieran  atacarlo para quitarle el corazón de la diosa. Esto despierta al semi dios de fuego y tierra que se enfrenta a Maui y en su lucha este desaparece sin dejar rastros y así su anzuelo y la piedra corazón se pierden en el fondo del mar.
Cuenta la leyenda, que si el corazón no es devuelto a la isla de donde venía, las islas y el mar serán invadidas por la oscuridad y esto desatará el caos para todos y las islas comenzarán a desaparadecer.

Años más tarde  nos encontramos a Moana, una pequeña niña fascinada con estas historias de magia y monstruos. Una niña que se siente atraída al mar, que ama las aventuras.
Cuando es pequeña, salva a una tortuga bebe ayudándola a llegar al agua, por lo que el océano se hace su amigo. 

En  la isla donde ella vive, es la hija del jefe, y todos esperan que ella ocupe su lugar como heredera.
Todo es armonía, canciones y muchos, pero muchos cocos.
Lo que sucede es que cuando Moana crece, los cocos crecen secos y los peces se han ido. La oscuridad empieza a engullir todo a su paso.
Ante esta decadencia, la joven busca respuestas y emprende la misión que el océano le encomendó: Encontrar al semi-dios Maui, devolver el corazón a su isla y así restablecer la paz que se había perdido. 

OPINIÓN PERSONAL:
(Tiene algunos spoiler, así que si no la viste, ¡cuidado!)

Esta es una película muy bella. Que tiene muchas, pero muchas canciones,
Algo que la hace muy linda es que, Moana ama a su pueblo y aunque ella también anhela poder estar en el mar y descubrir qué le depara, nunca renuncia a ayudarlos.
Esto me parece diferente a muchas películas, donde generalmente siempre eligen o una cosa o la otra. Moana quiere todo, porque sabe que puede tener ambas cosas.

Lo que me pareció muy gracioso de esta película es que la personaje principal se pasa diciendo "Soy Moana...", "Yo soy Moana"... Tanto así que podríamos compararla con Danaerys Targaryen (Game of thrones), que nos está recordando a cada rato como se llama y todos sus títulos.

Rescato que los personajes son muy geniales, que trataron de ponerle humor con el gallo, que está re ido.  El Océano, que es impredecible, pero compañero.
La abuela, otro gran personaje, que me hace recordar mucho a la abuela sauce de Pocahontas, que tienen las palabras justas y el apoyo que nuestras heroínas necesitan.
El semi dios tiene una historia muy triste, que se encuentra bajo toda su arrogancia y eso te hace quererlo un poco.
Y la pequeña Dani...emmmm... quiero decir...Moana, que muestra que está dispuesta a ser valiente y ayudar a los demás.

Acá va una reflexión con spoiler, así que cuidado...
Para aquellos que si vieron la película, descubrieron que el malvado monstruo de lava era en realidad la madre tierra que tomó esa forma porque estaba enojada. Creo que si yo fuera ella hubiera hecho lo mismo. Decime vos si no te enojarias, si encima de que te roban el corazón, no te dejan dormir por mil años...
(Fin parte spoiler).

En resumidas cuentas, es una película hermosa que tiene mucho color y canciones muy pegadizas y lindas.

Este es el fin del resumen... espero que me cuenten que les pareció.
¡Un beso grande!

                                                                                                               Pau!